Conocí a Sergi Boada hace más de cinco años, cuando se estaba impulsando la Asociación de Medicina Privada de Tarragona de la mano de Luis de Grandes.
Aquel proyecto, que nació para ordenar un sector disperso y darle una voz colectiva, fue también el inicio de una relación profesional y personal que con el tiempo se transformó en una visión compartida sobre el papel de las instituciones médicas en la sociedad.
En 2018 decidimos dar el salto y presentar una candidatura al Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT). Fue una campaña intensa, hecha con ilusión y sin estructura, que perdimos por un puñado de votos. Pero aquella derrota nos sirvió para entender algo fundamental: la transformación institucional no llega de golpe, se construye paso a paso, desde dentro y con coherencia.
Cuatro años más tarde, en 2022, Sergi ganó las elecciones. Desde entonces entro a firmar parte de la oficina del presidente. Primero como asesor de comunicación y después como responsable de la oficina del presidente donde colaboro directamente con su equipo ejecutivo —la mesa—, formado por Anna González y María López (comunicación), Mar Orellana (atención colegial), Cori Ribas (área financiera), Anna Palau (formación), el vicepresidente Francesc Feliu, y los asesores externos Luis de Grandes (economista) y Álex Llorens (abogado).
Un Colegio con un reto de fondo
Cuando Sergi asumió la presidencia, el principal desafío no era económico ni estructural, sino emocional: la poca adherencia de la colegiación a su propia institución.
El COMT funcionaba, sí, pero muchos médicos lo percibían como algo lejano, burocrático, casi ajeno a su día a día.
Nuestro objetivo fue claro desde el principio: revertir esa distancia y recuperar el sentido de pertenencia.
Para lograrlo, definimos un propósito sencillo y ambicioso a la vez: hacer más por menos.
Incrementar la oferta de servicios, reforzar la presencia institucional del Colegio y, al mismo tiempo, rebajar las cuotas colegiales.
Era una declaración de principios: demostrar que la eficiencia y la vocación de servicio podían ir de la mano.
Y así ha sido. Hoy el COMT ofrece más actividades, más formación, más acompañamiento y más visibilidad pública que hace unos años, sin haber aumentado la presión económica sobre sus miembros. Ese equilibrio ha sido uno de los grandes logros del primer mandato.
La tensión como motor
Sergi lidera desde la exigencia, con una energía que mantiene al equipo en tensión constante, en el mejor sentido del término.
Esa intensidad marca el ritmo del día a día, pero también impulsa la innovación. Nada se da por hecho. Todo se revisa, se replantea y se mejora.
En ese contexto, mi trabajo pasa por dar coherencia a la estrategia institucional, conectar áreas, acompañar decisiones y traducir ideas en relato y acción.
El equipo, aunque a veces saturado por el volumen y la velocidad, siente orgullo de pertenecer a un proyecto que tiene sentido.
La utilidad como brújula
El gran cambio cultural de esta etapa ha sido entender que el Colegio no es solo una institución que regula o certifica, sino una herramienta al servicio de las personas que representa.
Esa idea —tan sencilla y tan poderosa— lo ha cambiado todo: la comunicación, la programación formativa, la atención colegial, la relación con los medios y hasta la manera en que el COMT se explica hacia fuera.
Hoy, la institución está viva. Se habla de ella, se siente cerca, y cada iniciativa —por pequeña que sea— responde a una misma pregunta:
¿Esto mejora la vida profesional de los médicos y médicas de Tarragona?
Un camino de fondo
Cinco años después de aquel primer intento, miro atrás y veo una trayectoria de aprendizaje, de constancia y de propósito.
Desde la asociación de medicina privada hasta la oficina del presidente, mi trabajo ha tenido siempre el mismo sentido: ayudar a construir estructuras que funcionen, que comuniquen bien y que sirvan de verdad.
Porque cuando la estrategia se alinea con la vocación de servicio, la comunicación deja de ser un ejercicio de imagen y se convierte en lo que realmente debe ser: una herramienta de transformación institucional.
